Aunque Náufraga Soy: Parte 3

Por días navegaron juntas, se escuchaban y animaban, pues solo se tenía una a la otra, día a día se prometían que todo estaría bien. Hana no podía más que mostrarse feliz y amigable con ella, además de que ya la apreciaba mucho, pues se sentía segura a su lado. Hana pensaba que su tristeza había terminado y que desde ahora su vida sería feliz junto a su gran amiga que la había rescatado días atrás; se dispuso a dormir como cualquier noche sin preocuparse de nada, al principio no podía conciliar el sueño, algo la inquietaba, pero no sabía que la ponía así, y mientras pensaba se quedó profundamente dormida. Al día siguiente en el primer rayo de luz, Hana despertó, y todo le era muy silencioso; comenzó a llamar a su amiga y no hubo quien le respondiera, el tremendo silencio la asustaba, estaba sola en ese bote. Hana había sido abandonada en ese inmenso mar; en la fría noche, su amiga había preferido subir a otro bote, todo fue tan repentino que olvidó que Hana dormía, olv...